Hace un par de semanas, hablábamos de los enemigos de la productividad y de cómo las horas extra socavan nuestro rendimiento de forma exponencial: a más horas, más cansancio, menos motivación y menos rendimiento.
Al poco de publicarlo, una lectora nos contactó para pedir ayuda. Ella trabaja en el sector público, y vive ahora mismo una etapa de intensa sobrecarga laboral, con jornadas de trabajo maratonianas. No está en su mano dejar de echar horas extra, y nos planteaba esta pregunta: “¿Cómo puedo evitar entrar en la espiral de improductividad de la que habláis? Trabajo muchas horas y solamente tengo media hora para descansar”. Leer más