Todo blogger ha publicado alguna vez un post y mirado las estadísticas de tráfico repetidamente a lo largo de un día para ver cuántos visitantes lo leían. Lo que a priori no es más que un acto de curiosidad, a veces se convierte en una patología con consecuencias fatales para un blog en el medio o largo plazo. El número de visitantes diarios o el número de lectores de un post son como música para nuestros oídos. Nos susurran lo que queremos oír. Por algo llaman a este tipo de indicadores “egométricas”. Porque nos ensalzan el ego, pero realmente dicen bastante poco del elemento principal: nuestros lectores. No nos cuentan si están satisfechos o no, ni si nos dan segundas o terceras oportunidades. Aún peor, no sabemos si los lectores de hace un mes son los mismos que ahora, si se han sumado nuevos lectores o, por el contrario, si nos han abandonado.
Un superblogger que se precie huye de las egométricas y se mantiene vigilante ante otros indicadores que le permiten saber con mayor grado de fiabilidad si sus lectores están verdaderamente implicados con los contenidos. Leer más