Las infografías son una gran herramienta para comunicar conceptos, ideas o hechos de forma efectiva. Son visuales, concisas y hacen más digerible la información, lo que es de agradecer hoy en día. Entonces, ¿qué puede haber mejor que una infografía? Exacto, una infografía animada.
El problema con las infografías es lo de siempre. Todo el mundo se sube al carro y al final acabamos viendo una y otra vez las mismas plantillas, los mismos datos, los mismos iconos… De paso, se nos olvida el auténtico valor de una infografía: poder comunicar de forma innovadora mediante varios elementos, como son la imagen, el contenido textual, los colores, las tipografías.
El reto es recuperar el elemento innovador sin perjuicio de los fundamentos básicos de una infografía. Y nada mejor que darle un poco de vida al contenido.
Llegan los ‘gifographics’
La moda GIF ha llegado con fuerza a las infografías, haciéndolas más interactivas. Por supuesto, no se trata de animar gratuitamente, sino de potenciar el mensaje con los recursos que nos ofrecen las diferentes técnicas de animación.
A continuación te mostramos algunos ejemplos de cómo puedes utilizar la animación.
- Metainfografías: Es decir, infografías que tratan sobre contenidos infográficos. Si es animada, entonces equivaldría a una infografía que explica los propios procesos relacionados con la animación. Aquí tienes un buen ejemplo en el que el uso de los GIF complementa a la perfección el mensaje, ya que permite visualizar la explicación sobre cada una de las técnicas que existen en el mundillo:
Haz clic en la imagen para verla en tamaño grande
Fuente: Wyzowl - Para reforzar conceptos: Aquí tenemos otro gran ejemplo de cómo la animación puede reforzar el mensaje principal. En este caso, la infografía trata sobre cómo influye la presencia en las redes sociales en el posicionamiento en buscadores. Como vemos, todos los gráficos refuerzan la idea de interacción social, de crecimiento, dinamismo o contribuyen a destacar cierta información.
Fuente: Quick Sprout
- Para ilustrar procesos: En ocasiones nuestras infografías pueden servir para explicar las diferentes fases de un proceso o los componentes de una máquina. Los ‘gifographics’ son en este caso un recurso extraordinario para jerarquizar cada una de las etapas o elementos y hacer más digerible el contenido. Esta infografía que muestra el funcionamiento de un motor de coche es un gran ejemplo.
- Para dar más interactividad a tus infografías: A veces no necesitas complicarte demasiado la vida, solo incluir información de forma interactiva. En este caso, herramientas como Thinglink son de gran utilidad, ya que te permite incluir comentarios, vídeos, enlaces, podcasts en fotografías, infografías o artículos de periódico, explotando mucho más de esta forma las posibilidades comunicativas del soporte elegido.
- En vídeos: Bastan conocimientos básicos de Adobe After Effects para realizar animaciones como la de este vídeo sobre la Historia de Internet. Las infografías y el vídeo ya llevan unos años de moda pero siguen gozando de buena salud. En este vídeo vemos cómo un concepto, una dosis de animación, sonido y datos relevantes son suficientes para hacer un buen trabajo.
Conceptos básicos de una infografía animada
El problema cuando se pone de moda una técnica es que a veces nos lanzamos a utilizarla sin discriminación alguna, simplemente por el placer de lucirla en nuestra web, a veces con efectos desastrosos. Lo hemos visto en diseño web con el efecto parallax, que ha sido implementado con éxito en webs como esta, y con resultados desastrosos en esta otra, que logra que un artículo sea completamente ilegible.
Por tanto, RECUERDA los principales elementos que tienes que tener en cuenta para que a tus infografías animadas no les pase lo mismo:
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- Lo importante son los datos. La animación es solo un medio para presentar los datos.
- Toda buena infografía va precedida de una buena investigación.
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