Escribir, como correr, requiere un entrenamiento y cierta disciplina. De hecho, al igual que el corredor, el escritor también puede llegar más lejos con un programa de ejercicios hecho a medida.
A lo largo de estos meses hemos publicado varios posts con consejos para escribir más rápido y mejor, pero, para aquellos que preferís trabajar con objetivos, hemos elaborado ahora una rutina de entrenamiento de dos semanas que podéis combinar con vuestro plan de publicaciones semanal o bien convertir en la guía inicial hacia ese blog que tanto deseáis comenzar.
Se trata de una rutina básica que comienza suave y va aumentando en intensidad, para evitar el síndrome de agotamiento a los tres días. El objetivo es ejercitar la disciplina de sentarse a escribir, la creatividad, el método y, tal vez lo más importante, aprender a descansar y tomar distancia sobre lo que escribimos.
- Día 1 al día 3: Comenzamos escribiendo dos párrafos cada día. Tema y formato libre. Es decir, puede ser el comienzo de una historia, una reflexión o un reportaje. Eso sí, no obligues a tu cerebro a crear una obra maestra, simplemente ponte a escribir lo primero que te salga. Puedes editar el texto y realizar algunas modificaciones, pero recuerda que el objetivo es, simplemente, poner la mente a funcionar. Tampoco te preocupes de cuándo escribes. Lo importante e innegociable es que tienes que acabar el día habiendo escrito dos párrafos.
- Día 4: Relee los tres breves textos y selecciona de entre ellos el que más te llame la atención. A continuación, desarrolla a partir de él otros dos párrafos como te parezca.
- Día 5: Selecciona un momento del día que normalmente tengas libre y en el que puedas dedicar 15 minutos. Piénsalo bien porque en los siguientes días realizaremos breves sesiones de escritura a esa hora. A continuación escribe tres párrafos más a partir del texto en el que estabas trabajando.
- Día 6: Hoy no se escribe, pero tampoco se descansa. A la hora que seleccionaste el día anterior, busca una revista cualquiera, aunque sea vieja y no te guste su tema. Escoge un artículo que te llame la atención y léelo. Mientras lees realiza anotaciones en el margen, que pueden ser reflexiones, comentarios sobre el texto o ideas que se te ocurran.
- Día 7: Retoma el texto en el que estabas trabajando y abre la misma revista del día anterior por la página del artículo. Ahora piensa cómo podrías proseguir tu texto partiendo del tema de ese artículo. Apóyate en tus reflexiones o comentarios que escribiste en el margen. Escribe 500 palabras más. No intentes que quede un texto coherente, simplemente prosigue la historia.
- Día 8: Descanso.
- Día 9: Piensa en tres temas que te interesen (por ejemplo, el espacio, el atletismo o la cocina). Ahora deberás redactar titulares pensando que escribieses un post, una novela o una entrevista para cada uno de los temas que se te han ocurrido.
- Día 10: A la hora habitual, siéntate en tu espacio de siempre, o donde prefieras. Relee el texto en el que estabas trabajando hace dos días. Piensa en cómo podrías mejorarlo para que tenga más sentido. Aquí lo importante no es escribir sino hacer de albañil. Elimina partes que no te gusten y añade lo que quieras, sube partes del texto y baja otras o bien prueba a cambiar el formato, por ejemplo, reconvirtiendo los párrafos en listas. No inviertas más de 30 minutos. Por último, escribe un título que consideres que define mejor lo escrito, aunque no estés 100% contento con el texto.
- Día 11: Hazte con una libreta o utiliza una aplicación de notas de tu móvil. A lo largo del día dedica lapsos de 2 minutos para escribir cualquier cosa que te haya llamado la atención o frustrado. A la hora convenida relee el texto de siempre y, durante 15 minutos, realiza nuevas modificaciones para perfeccionar el texto. De nuevo, no te agobies si no estás 100% satisfecho.
- Día 12: Día de escribir. Escoge una de esas ideas que habías anotado el día anterior, la que más te guste, y escribe un texto libre de 700 palabras relacionado con ella. No dediques más de una hora. Es decir, lo importante es escribir rápido y no conseguir un gran acabado. Déjate llevar por tus ocurrencias y escribe, escribe, escribe… Por último, ponle título. No te preocupes si no estás completamente satisfecho. Deja la historia resposar.
- Día 13: Descanso.
- Día 14: Retomamos el último texto y pensamos cómo podemos mejorarlo. Durante 30 minutos haz de albañil de nuevo. Cambia hasta el título si es necesario. Eres libre de reescribir el texto todo lo que quieras.
- Día 15: Hoy es el último día y vamos a acabarlo con estilo. Vuelve sobre los títulos que escribiste hace unos días y escoge un tema y uno de los titulares para ese tema. Escribe un texto de 500 palabras que desarrolle el titular seleccionado. Si es una entrevista, puedes inventar la introducción, los personajes así como las preguntas y las respuestas. Si es una novela puedes escribir un fragmento del inicio, del desarrollo o del desenlace. Esta vez no tienes un tiempo definido. El objetivo es lograr cierta calidad en lo escrito. Una vez tengas el tema y el formato claros, piensa qué quieres contar y qué información te gustaría incluir. Cuando sientas que tienes suficientes ingredientes en tu cabeza, es hora de empezar. Procura escribir todo lo rápido que puedas sin detenerte a corregir a cada momento. Una vez hayas acabado, dedica el tiempo necesario para reorganizar la información o añadir lo que consideres. Por último, redacta nuevas versiones del títular y escoge la que más te guste.
- Día 16: META Y DESCANSO 🙂
¡Gracias por la rutina! La pondré en práctica y luego te comento que tal me resultó.
Saludos.
Gracias Felipe! Ánimo con ello!