Acabas de terminar un post para tu blog. Estás razonablemente satisfecho. Tiene sentido, está bien escrito, dice cosas interesantes… Sin embargo, algo te dice por dentro que podría ser mejor, o que tal vez no es tan bueno como crees y los lectores lo van a criticar. El problema es que no sabes qué es lo que falla. Pero algo falla.
Como blogger o redactor de contenidos, bucear a las entrañas de tus textos y destriparlos es doloroso. Es como el trabajo de un cirujano. Leer más