Partiendo de la nada, has conseguido construir tu propio rinconcito en la blogosfera. Con gran esfuerzo y mucha disciplina, mantienes un ritmo constante de publicación. Te visitan, te leen, te dejan comentarios.
Qué demonios, hasta has empezado a ganar algo de dinero con publicidad, captando clientes para tu negocio o con ebooks que anuncias a un selecto grupo de suscriptores que un día te confiaron su email. Es poquito, pero te hace mucha ilusión. Tienes grandes planes para hacer crecer ese caudal de ingresos en el futuro.
Y de pronto, un día, te llega una carta de la Agencia Española de Protección de Datos con una multa que equivale a 20 veces más de lo que has ganado con tu blog.
Y te desanimas. Y decides cerrar el blog. Y tu voz se apaga para siempre en Internet, así que todos perdemos porque ya no podremos leerte más.
Para evitar esto, te explicamos algunos aspectos de la legislación española que deberías conocer si te has adentrado en el mundo del blogging, ya sea con una bitácora corporativa o por amor al arte. Leer más