Después de un día duro de trabajo, ¿a quién le apetece escribir? Si encima tenemos pareja, hijos, una casa que cuidar, vida social, ¿de dónde saco las fuerzas para publicar un post en mi blog? A menudo tratamos de reaccionar ante estas situaciones de forma incorrecta, intentando rendir al 200% para estar en todos los frentes. La solución, sin embargo, es más bien lo contrario: trabajar menos pero mejor.
A continuación, vamos a analizar en detalle los hábitos de dos bloggers diferentes, y podremos ver en cuál nos vemos más reflejados y cómo mejorar lo que no funciona.
El blogger “aquí y ahora, cueste lo que cueste”
Este blogger suele funcionar así:
- Se sienta en la mesa, enciende el ordenador.
- Empieza a navegar por la web en busca de ideas.
- Se va al baño.
- Vuelve y sigue mirando ideas…
- Mira el reloj… Lleva media hora y nada.
- Empieza a escribir, pero no le gusta.
- Encuentra otra idea mejor y deja la anterior.
- Al final, a base de cabezazos, y tres o cuatro horas después, termina el post.
- Está agotado y se va a dormir, pero no puede conciliar el sueño…
- Al día siguiente se olvida de que había publicado un post y empieza a compartirlo tarde en las redes sociales
¿Cuál es el problema? Básicamente, el blogger “aquí y ahora, cueste lo que cueste” vive en una constante improvisación. El reloj es su enemigo y quiere sacarle minutos de ventaja al tiempo. Está claro quién saldrá perdiendo. Tarde o temprano su blog empezará a dar síntomas de agotamiento.
Este blogger probablemente es consciente del reto que tiene por delante, y juega todas sus cartas a base de insistencia. Lo bueno es que el post sale al final. La cuestión es: ¿a qué precio? Conciliar la vida profesional, personal y encima ser blogger no es fácil si lo último te deja exhausto.
El blogger “metódico”
Este blogger también está muy ocupado, y opera de la siguiente forma.
- Durante la semana ha anotado ideas para posibles post.
- En un rato libre introduce esas ideas en un calendario con los días de publicación para dentro de dos semanas.
- Cuando tiene tiempo se sienta, y comienza a escribir el primer post agendado, conforme a la fecha prevista de publicación.
- Como no tiene tiempo para terminarlo, no se obceca, lo deja a medias y termina el texto en otro rato
- Otro día de la semana continúa el siguiente post agendado. Este es más corto y le da tiempo a acabarlo de una vez.
- En otro rato busca fotografías para ambos post.
- Después de cambiar los pañales a su hijo, vuelve y los deja programados.
El blogger “metódico” es una persona pragmática y flexible. El tiempo es oro, y por eso lo aprovecha al máximo, pero sin empecinarse. Saca ratos de aquí y allá, aunque sean 15 minutos y solo pueda escribir dos párrafos. Esos dos párrafos son la clave para olvidarse hasta nueva orden. El blogger “aquí y ahora” vive agobiado pensando en que tiene que escribir, y cuando se sienta quiere hacerlo todo de golpe. El “metódico” ya tiene sus dos primeros párrafos escritos y el post encarrilado, así que vive muy tranquilo hasta que encuentre otro momento para continuar.
Conclusión, si quieres parecerte más al blogger metódico, ¡te aconsejamos seguir estos pasos!:
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- Escribe en serie: Escribe todos los textos de la semana de una vez. Después, en otro rato, revisa todos los textos seguidos. Cuando hayas terminado, busca las fotografías para todos ellos. Y por último programa la publicación y los mensajes en redes sociales. De esta manera serás más eficiente, porque automatizarás lo más posible ciertas tareas repetitivas.
- Programa tu contenido: Trabaja con anticipación. Si es posible hasta dos semanas. Incluye las ideas que se te hayan ocurrido en un calendario de contenidos, así sabrás cuándo tienes que escribir y el qué. Lo peor es sentarse sin saber de qué escribir. Perderás horas intentando encontrar la idea, y para entonces ya estarás cansado.
- Reserva tiempo para tu blog en los momentos de día en que eres más eficiente. ¿Cuál es tu curva de productividad? ¿Te sientes más productivo por la tarde, por la noche? ¿O eres de esos que encuentran la inspiración al alba? Programa actividades que tengan sentido para cada momento del día. Si por ejemplo te encuentras fresco y con ideas por la mañana, escribe algo, aunque sea dos párrafos, antes de salir al trabajo. Así ya haces la parte más difícil, que es empezar. Por la tarde, que igual no estás tan creativo, puedes hacer tareas más automáticas. Pero recuerda, no intentes encontrar ratos libres muy largos para ponerte a trabajar. En la vida de la mayor parte de las personas eso no existe. Sé práctico.
- Automatiza como puedas: Hay multitud de aplicaciones que harán tu vida más sencilla, desde herramientas para programar tus mensajes en redes sociales son antelación hasta apps que te permiten generar informes sobre el tráfico a tu blog mediante Google Analytics. IFTTT es una solución estupenda para automatizar rutinas de la vida diaria mediante recetas de apps personalizadas, como por ejemplo que te envíe un email cuando alguien te menciona en redes sociales, o que la foto que subes a Instagram se publique de forma automática en Twitter.
Y por último, ¡escribe más y más rápido con estos consejos!
Tener una mentalidad de estudiante es la clave, incluso si eres docente o trabajas en el sector educativo. Busca tutoriales, lee articulos en blogs y registrate en plataformas en linea como Adobe Educa, donde puedes conocer, de la mano de los expertos, como sacar mayor provecho a la tecnologia para plasmar tus ideas y lograr que tu trabajo sea cada vez mas creativo. Si trabajas en un cargo creativo pero deseas desarrollar tus habilidades aun mas, te recomendamos salir de tu zona de confort. Por ejemplo, si eres disenador, intenta escribir un poema; y si eres escritor, graba un video o aprende a hacer una ilustracion.