Enfrentarse a una reunión o cliente importante nunca es fácil. Es posible que a lo largo de tu carrera hayas pasado varias veces por la situación de tener que preparar una charla. No es sencillo, pues por lo general, hay un tiempo límite y debes concentrar la información lo máximo posible. Charlas muy largas en las que la única interacción con los asistentes es la palabra, por lo general, acaban convirtiéndose en algo tedioso.
La clave de una reunión es contar algo y que esto se quede en la mente de los receptores. No es del todo sencillo con la palabra, pero sí con las imágenes. Está demostrado que el cerebro recuerda y procesa más fácilmente la información que llega en forma de imagen. Leer más