Si has realizado una inversión en tu blog y quieres saber qué has obtenido por ello, este post es para ti. Puede que tengas una tienda online y a la vez un blog con información útil para tus clientes potenciales o con el objetivo de posicionar mejor tu marca en buscadores. Tal vez, tu blog es parte de una estrategia más amplia dentro de una gran empresa. En todos estos casos, saber cuál es el valor de tu blog es esencial para tu estrategia de marketing de contenidos. Por “valor” no entendemos solo a qué precio venderíamos el dominio si alguien puja por él. Más bien nos referimos a la importancia que tu blog tiene como parte de los objetivos de tu estrategia de marketing. Es decir, calcular en qué medida tu blog contribuye a esos objetivos.
Calcular el valor de tu blog es un paso obligatorio por dos motivos:
- Para poder justificar ante el jefe o ante nosotros mismos el coste de nuestra estrategia de contenidos.
- Si queremos realizar alguna inversión en acciones de distribución de contenidos.
Cuando el blog es un instrumento corporativo o un “arma” de un negocio, no tiene sentido gastar dinero en producir contenidos si no sabemos el retorno de dicha inversión. Y de la misma forma, si nos disponemos a distribuir nuestros contenidos mediante anuncios pagados en Facebook o Twitter, estaremos derrochando dinero si no podemos medir el impacto de la acción.
Saber el valor real de tu blog requiere calcular los costes asociados a la creación de los contenidos o mantenimiento del sitio, y ponerlos en relación con el retorno que generan las conversiones o el valor que obtenemos por conseguir nuestros objetivos. Estos son los pasos principales:
- ¿Cuánto te cuesta producir contenidos?: Si tienes gente externa a tu empresa que desarrolla los contenidos basta con sumar lo que pagas a cada uno. Aún así, debes incluir en esta cifra el coste de cualquier empleado o departamento que interviene en el proceso de revisión y aprobación del contenido. Si no hay nadie dedicado a esa tarea a tiempo completo, pero sí empleados que lo realizan además de propio trabajo, puedes evaluar el coste del tiempo que les lleva.
- ¿Cuál es el coste por visita?: Ahora queremos conocer cuánto cuesta el contenido desde el punto de vista del tráfico que nos aporta. Es decir, lo que cuesta atraer a cada usuario a tu blog. Ojo, no hablamos de visitas únicas, sino de visitas realizadas por las mismas o diferentes personas desde uno o varios dispositivos. Para ello dividimos los costes asociados a la promoción de nuestros contenidos por el total de visitas. En la valoración de costes entrarán nuestras inversiones en PPC u otros costes asociados a nuestra estrategia de ‘outreach’.
- ¿Cuáles son los los ingresos por cada visita?: Hay muchas formas de monetizar tu blog, por ejemplo a través de anuncios o formando parte de programas de afiliación. Hay blogs que no tienen publicidad pero obtienen ingresos por las ventas de sus productos y servicios, o que contribuyen a que se produzcan conversiones en otra parte del sitio web. El objetivo es calcular la cantidad total de ingresos mensuales como consecuencia de la actividad de tu blog. Es decir, averiguar qué porcentaje de usuarios compraron porque visitaron el blog. La herramienta de analytics de nuestra web nos puede ayudar a realizar esta segmentación. En ocasiones, esa venta se produce después de una llamada por teléfono. Esto es más complicado de medir. Pero podemos hallar formas más o menos precisas de hacerlo. Por ejemplo, podemos averiguar el número de clientes que llegaron a la página de contacto después de visitar el blog, y asignar un valor a esa conversión. Si sabemos el valor de cada nuevo cliente, es decir, el gasto que realiza en un periodo de tiempo por término medio, podemos extrapolarlo. Otra forma de hacerlo sería preguntar verbalmente a los clientes si han visitado nuestro blog antes de comprar.
- ¿Cuál es el coste y valor de los contenidos reutilizados?: A veces los contenidos del blog son reutilizados por otros departamentos mediante ebooks o mensajes en ‘social media’, entre otros. De nuevo, es importante conocer cuánto cuesta y qué retorno económico nos reporta para incluirlo en los cálculos. En definitiva, no deja de ser una manera en que nuestro blog influye en la marcha del negocio.
Si tenemos una idea lo más precisa posible del valor de nuestro blog podremos tomar decisiones acerca de la estrategia de marketing de contenidos, como por ejemplo realizar nuevas inversiones en acciones de promoción. Diseñar una estrategia y crear contenidos cuesta tiempo y recursos a nuestro negocio, por lo que es lógico que debamos justificar de alguna forma qué nos está aportando.
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